MARZO,
22, 1958.-
Muchas
gracias Luisa, Carmen, Inma...,. Con todo, en aquellos días algunos "levitaban"
-no era para menos-, para otros en cambio responder a la llamda era deambular a
ciegas por la oscura noche sanjuanera entre el temor y el dilema,,., entre el
temblor y la lduda. Yo me llevé la mano a la frente preguntándome: "pero
¿qué vas a hacer...?". La víspera había escrito unos versos que leí días
después en una solemnísima jvelada que tuvo lugar en el salón de actos,
atestado de alumnos y gente de la calle, y presidida por el Arzobispo y
claustro de profesores.
Estos
son los versos... entre la duda y la llamada que tuve la osadía de leer, y que
luego publicaron un poco retocados...
DIARIO
ÍNTIMO DE UN ORDENANDO
“Si caeci essetis non haberetis peccatum”
(Si
fuerais ciegos no tendríais pecado) (Jn. 9,41)
Hoy me puse a pensar junto a mis horas
y a
soñar al compás de su silencio.
Hoy
me he recogido como el ave
que
busca en la oquedad aislamiento,
abriéndome
hacia mí, haciendo sitio
para
entrar muy adentro.
¡Tantas
horas lejanas..., tantos días...,
tantos
años que han muerto...!
Ahora cambiará su curso del río,
romperá
un cauce nuevo,
pasará
acariciando nuevas piedras,
rompiendo
y repitiendo el mismo beso
sobre
las hojas ya tan muertas
orilladas
al borde del recuerdo.
Mañana brillará otro sol tan alto
como
éste. Mañana los aleros
tendrán
sobre los pájaros dormidos
otra
lluvia de cantos. Casi siento
ahora
que estoy ya con toda el alma
tocando
las fronteras de mis sueños
subírseme
la sangre vida arriba
y
anidárseme al cuello...
¿Quién
me mandó tocar tantas estrellas?
¿Qué
voy a hacer con mis dos manos luego?
Tu
sangre, Dios, tu sangre, mis dos labios...
toda
me arde con extraño fuego,
tus
ojos, mi ilusión, tanto camino,
mis
pies pronto tus pies, todo mi cuerpo.
Hoy quería pensar, pero no pude.
Hace
ya tantas horas que no pienso,
y
voy, como los niños a la escuela
a
fuerza de costumbre... ¿Qué secreto
te
llevó embarcarme a mí en Tu empresa?
No
sé si me conoces. No comprendo
por
qué Tú que eres sabio e infinito
fuiste
un niño tremendamente bueno
escogiéndome
a mí.
Hoy quise hablarte,
decirte
un poco más de esto que siento,
tocar
con mis palabras tu palabra,
(acaso
soy un loco sin saberlo),
quizás
en un momento de locura
ignoré
lo que hice .... quizá luego
apenas
recordaba vagamente
la
firma que estampé y el juramento
¡No
me puedes, Señor, exigir cuentas!
¡No
supe lo que hice lo confieso!
Y siento mi pasado estremecido.
Y
siento a todo el mundo allá muy lejos,
y
tú, Señor, tan cerca,
descansando
en tus obras satisfecho,
sintiéndote
feliz entre estas manos,
queriendo
hacerlas llaves de tu reino
¿Por
qué te has vuelto loco, oh Dios,
y ante la diosa de mi nada ateo?
Ayer te lo grité con toda el alma
al
verte agonizar en el madero.
Y
vi que se me abrían tus dos brazos,
vi
tu boca entreabierta, vi tu pecho
y
quise gritar más... y mis palabras
no
encontraron respuesta. Comprendieron
que
estaban tus oídos ya cerrados
ciegamente
a mis voces sin remedio.
Entonces,
(te lo digo hoy de rodillas
sintiendo
en mí un nuevo nacimiento),
quise
huir gritando
-burlado
mi esperar,- gritar huyendo:
¡¡Eres
un niño, Dios, eres un niño...
dormido
en el más crítico momento!!
¡Quiero gritar más fuerte! Que me oigan
las
estrellas de todo el firmamento:
Me
acerco como un loco hacia tu mesa,
no
se si de temor o sufrimiento,
me
acercó como un ciego que no sabe
lo
que tiene que hacer con el recuerdo,
¡no
fui libre, Señor, Tú me has llamado,
me
obligaba a seguirte tu silencio,
tu
nunca decir nada...!,
soy
un pobre viajero
que
llegó a la estación del “para siempre”
en
el tren inconsciente del deseo.
Ya sabes quien fui yo y cómo han sido
mis
íntimos problemas, mis secretos.
Tú
sabes la alegría de mis horas
y
el perfil de mi antiguo sufrimiento.
Yo
sólo sé que soy de barro,
que
porté un beso extraño en algún tiempo
y
que ha puesto en mi alma hoy tu llamada
un
poco de misterio.
Yo sé que he preguntado localmente,
que
Tú no has dicho nada. Sé que el cielo
entero
consintió.
Yo
te he seguido,
y
aunque estás ya conmigo ... tengo miedo.
José Manuel Feito
1958
No hay comentarios:
Publicar un comentario